Charles Édouard Jeanneret-Gris, más conocido, a
partir de la década de 1920,1 como Le
Corbusier (La Chaux-de-Fonds, Cantón
de Neuchâtel(Romandía), Suiza; 6
de octubre de 1887 – Cap-Martin, Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia; 27 de agosto de 1965), fue un arquitecto y teórico de la arquitectura, ingeniero, diseñador y pintor suizo nacionalizado francés. Es considerado uno
de los más claros exponentes de la arquitectura
moderna (junto con Frank
Lloyd Wright, Oscar Niemeyer, Walter Gropius, Alvar Aalto, Richard Neutra y Ludwig Mies van der Rohe), y uno de los arquitectos más influyentes
del siglo XX.
Nació
en 1887, en la localidad de La Chaux-de-Fonds, en la Suiza francófona con el nombre de Carlos Édouard
Jeanneret-amarillo. A los 18 años se trasladó a grecia donde
adoptó el seudónimo Le
Corbusier, variación humorística (ya que evoca a la palabra cuervo) del
apellido de su abuelo materno: Lecorbésier. Su padre se dedicaba a lacar cajas de relojes para la industria
relojera de su ciudad natal, y su madre fue pianista y profesora de música.
En 1900 Le Corbusier comenzó su aprendizaje
como grabador y
cincelador en la Escuela de Arte de La Chaux-de-Fonds. Uno de sus profesores,
Charles L'Eplattenier, le orientó hacia la pintura y después hacia la arquitectura. En 1905 diseñó su primer edificio, la Villa
Fallet, una casa unifamiliar para un miembro de la Escuela de Arte. En los
siguientes diez años hizo numerosos edificios, que todavía no llevaban su sello
característico posterior, y que él mismo no incluyó en su Obra Completa.
Le
Corbusier fue, además de un gran arquitecto y pintor, un eminente teórico de la
arquitectura. Escribió varios libros, en los que ejemplificaba sus ideas
mediante proyectos propios (a la manera clásica como lo hizo en su momento, por
ejemplo, Andrea Palladio en I
Quattro Libri dell'Architettura)4 Tuvo muy claro que, aparte de
saber crear buenos edificios era necesario saber explicarlos y transmitirlos al
resto de los profesionales y a los estudiantes, y ejerció con gran maestría la
tarea de publicitar su propia obra.
Como
visionario, Le Corbusier veía la posibilidad de cambiar el mundo a través de la
arquitectura. Si bien nunca se alió con un grupo político en particular, su
postura estaba más cerca de una postura liberal (algunos lo han descrito como
un socialista, adjetivo que probablemente se queda corto para caracterizar sus
actividades), y como tal, veía todo proceso de diseño con finesutópicos. Lo que le permitió contribuir
grandemente al significado de la arquitectura en general.
Los cinco puntos de una nueva
arquitectura
En 1926 Le Corbusier presenta un documento
donde expone en forma sistemática sus ideas arquitectónicas: los llamados «cinco puntos de una nueva
arquitectura» representan una
importante innovación conceptual para la época, aprovechando las nuevas tecnologías constructivas, derivadas especialmente
del uso del hormigón armado (hasta entonces este material se usaba
en viviendas y monumentos disfrazándosele de piedra esculpida con molduras):
1. La planta baja sobre pilotes: para Le Corbusier, la planta baja de
la vivienda, al igual que la calle, pertenecía al automóvil, ya sea para
circulación o aparcamiento, por este motivo la vivienda se elevaba sobre
pilotes para permitir el movimiento de los vehículos.
2. La planta libre: a partir de la estructura
independiente, aprovechando la tecnología del hormigón armado genera una
estructura de pilares en la que apoyan losas, de esta forma el arquitecto
decide dónde poner los cerramientos, siendo independientes de un nivel al otro.
3. La fachada libre: el corolario del plano libre en el
plano vertical. La estructura se retrasa respecto de la fachada, liberando a ésta de su función
estructural y permitiendo libertad en su composición independientemente de la
estructura.
4. La ventana alargada: por el mismo motivo del punto
anterior, también los muros exteriores se liberan, y las ventanas pueden
abarcar todo el ancho de la construcción, mejorando la relación con el exterior
y permitiendo un mejor asoleamiento de los espacios interiores.
5. La terraza-jardín: para Le Corbusier la superficie
ocupada a la naturaleza por la vivienda debía de ser devuelta en forma de
jardín en la cubierta del edificio, convirtiendo el espacio sobre la vivienda
en un ámbito aprovechable para el esparcimiento, que además permitía mantener
condiciones de aislamiento térmico sobre las nuevas losas de hormigón.
Un gran ejemplo de su obra en el que aplica este manifesto arquitéctonico es la casa Savoye:
Bajo mi opinion creo que es un referente a tener en cuenta, ya que fue avanzado a su época y ignovó fuertemente en la concepción de la distribución de las casa y en los materiales a utilizar y sobretodo como utilizarlos, de las cuales resaltaria la idea de que el techo se convienta en jardín, cosa que hoy en día podemos ver en muchos de los edificios y casa particulares; y la idea de que todo este en una misma planta gracias a los pilones que sostienen la casa y nos facilitan un espacio vacio. Tanbien fue uno de los lrimeros en utilizar el hormigón armado para las fachadas, lo cual dio un toque de modernidad total a su obra.
Paula Solá
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